¡El proceso de dinamización mediante el Biodynamizer introduce luz, y por lo tanto energía, en el agua y en los organismos vivos!

[Análisis aceptado para su publicación por un comité de revisión por pares, por el consejo editorial del South Florida Journal of Development de la Universidad del Sur de Florida, EE. UU., el 13 de noviembre de 2025.]

Análisis biofotónico del agua biodinámizada

Investigador: Sr. Olivier Salières, Ingeniero Electrónico (ENSICA). Análisis realizado por el laboratorio ENERLAB en Niza, Francia, el 4 de noviembre de 2025, revisado por un comité científico de pares de la Universidad del Sur de Florida, artículo publicado por el South Florida Journal of Development en noviembre de 2025.

Instrumentos de medición:

Un luminómetro Berthold Lumat LB 9508 de alta sensibilidad (¡detecta intensidades de luz inferiores a 10⁻¹⁶ W/cm²!) mide la intensidad de la luz (reacciones de bioluminiscencia) en el rango espectral de 380-630 nm (luz visible). Se utiliza un tubo fotomultiplicador (PMT) para amplificar la luz. La luz se puede cuantificar y su intensidad se expresa como el número de fotones convertidos a RLU (Unidades Relativas de Luz = Biofotones), es decir, el número de fotones emitidos por segundo por cm². El luminómetro se controla mediante el software ICE. Se realizaron 11 mediciones independientes para cada muestra para asegurar una reproducibilidad estadísticamente significativa.

También se realizan mediciones adicionales de biofotones emitidos en la banda espectral de 435-500 nm (utilizando un filtro Schott BG-7) para estudiar el rango azul-verde, que influye en las mitocondrias.

Resultados del análisis biofotónico del agua biodinamizada

1) El agua de la red biodinamizada emite mucha bioluminiscencia en forma de biofotones (519 RLU/ segundo/cm2), lo cual no ocurre en absoluto con otras aguas medidas (0 RLU para el agua de la red, el agua mineral embotellada y el agua de ósmosis) ; Véase también a este respecto nuestro EPA (Análisis Electrofotónico) y la experticia electrofotónica del Prof. M. Henry.

2) Descomposición de la luz en agua biodinámizada y persistencia en el tiempo (> 24H00) :

  1. 380-630 nm: 100% > 24H00: 86% (-14%: 346 RLU -> 298 RLU)
  2. 300-400 nm: 35% > 24H00: 79% (-21%: 121 RLU -> 96 RLU)
  3. 400-500 nm: 38% > 24H00: 84% (-16%: 131 RLU -> 110 RLU)
  4. 500-600nm: 25% > 24H00: 100% (-0%: 86 RLU -> 87 RLU)

Véanse a este respecto los cambios en la amplitud de energía hacia rangos de frecuencia específicos en espectrometría (Bioscope) y la duración del desapilamiento de glóbulos rojos.

3) Funciones metabólicas de la luz presente en el agua biodinámizada, inducidas en el metabolismo mediante la estimulación de esta luz sobre los procesos de señalización bioquímica del organismo. Estas funciones dependen de las diferentes longitudes de onda de la luz descompuesta por los filtros:

  1. 300-400 nm (violeta-azul): función mitocondrial (Éstas son las centrales de energía de nuestras células) y procesos de reparación tisular
  2. 400-500 nm (azul-cian): recambio redox (reducción del estrés oxidativo) y homeostasis mitocondrial
  3. 500-600 nm (verde-amarillo-naranja): estimulación fotónica coherente del metabolismo celular

Cabe destacar que el 98 % de la luz descompuesta por los filtros se recompuso correctamente, lo que demuestra la pertinencia del protocolo y valida la consistencia de las mediciones obtenidas.

Respecto al potencial redox, véase el análisis bioelectrónico al respecto.

Resultados del análisis biofotónico de semillas germinadas

4) Existe una correlación entre el nivel de energía (biofotones) observado en el agua biodinamizada y el observado en semillas germinadas: las semillas germinadas regadas con agua biodinamizada emiten seis veces más biofotones (31.260 RLU/s/cm²) que las regadas con las demás aguas analizadas. ¡Estas últimas emiten entre 73 % y un 84 % menos de biofotones! Esto demuestra que la calidad energética del agua biodinamizada se transfiere al organismo vivo. También sugiere que la radiación biofotónica proveniente de la actividad bioquímica de la semilla se complementa y amplifica mediante la emisión biofotónica del agua biodinamizada. Esto permite un mayor nivel de vitalidad funcional en los procesos biológicos de la planta.

Véase también, a este respecto, nuestra observación sobre las semillas germinadas.

Los biofotones son señales en forma de partículas de luz que se originan espontáneamente en un organismo biológico o ya sea del medio ambiente, como el sol (en cuyo caso son capturados por el agua Biodinamizada). Transportan energía estructurada y coherente (información codificada → oscilaciones sincronizadas), emitida a frecuencias ultrabajas (UPE), propias del espectro de luz visible. Activan y coordinan los miles de millones de reacciones químicas que ocurren cada segundo en nuestras células (comunicación celular). Contienen y transportan una cantidad significativa de energía por fotón (eV) debido a sus frecuencias más altas y longitudes de onda más cortas. Estos fotones de alta energía pueden interactuar con los sistemas fotoactivos celulares y contribuyen a estimular la producción de ATP por las mitocondrias (es decir, energía celular), el potencial redox, entre otros efectos.

La intensidad de los biofotones es extremadamente baja, ¡1000 veces menor que la sensibilidad del ojo humano! Se han producido 1500 publicaciones científicas en revistas revisadas por pares sobre las funciones de los biofotones.

En este contexto, el agua biodinamizada puede considerarse una interfaz que captura y retiene mejor la energía fotónica. Por lo tanto, posee una mayor capacidad para transmitir esta energía biológica coherente y armoniosa, beneficiosa para los organismos vivos.

Al atravesar el agua, la energía biofotónica reestructura sus moléculas (mediante sus enlaces de hidrógeno) y la informa (el agua captura, almacena y transmite esta información oscilando sincrónicamente en fases de coherencia).

Estos biofotones representan, pues, un índice de la calidad energética y biológica del agua. No reflejan la actividad bioquímica, sino una cantidad y un estado de organización electrodinámica que permite una mejor transferencia de energía e información coherente propicia para la vida (vitalidad energética).

Origen de los biofotones: mitocondrias y ADN y agua Biodinámizada

Los biofotones son partículas de luz que se originan en:

1) organismos biológicos: los biofotones son señales luminosas biológicas emitidas espontáneamente por organismos biológicos (vegetales, animales o humanos) que reflejan su vitalidad celular y su salud general. Su fuente de emisión se encuentra en:

a. las Mitocondrias (orgánulos responsables de la conversión de la energía metabólica)

b. el ADN (una molécula presente en los cromosomas de nuestros núcleos celulares), que actúa como una antena electromagnética, capturando energía del entorno y reemitiéndola tras codificarla de forma coherente y estructurada (mediante las secuencias de nucleótidos del ADN (A, T, G, C)), a través de los biofotones en el organismo. Por lo tanto, los biofotones son vectores de energía electromagnética biológica entre las células del cuerpo humano.

2) Agua biodinámizada: Los biofotones son señales luminosas que se originan en la energía de nuestro entorno inmediato (luz solar, UV, IR, energía escalar, etc.), y el tratamiento biodinámico del agua permite capturarlas, almacenarlas y procesarlas mejor.

El biodinamización genera energía cinética y magnética en el agua, a la vez que transmite frecuencias minerales y resonancias fotónicas que, junto con la energía del entorno, la reestructuran y activan.

a.La «reestructuración» del agua, desde la perspectiva de sus enlaces de hidrógeno, se debe a sus propiedades dipolares. Esta reestructuración molecular, mediante la polarización (imanes permanentes) y la formación de vórtices, permite que la energía que la atraviesa oscile sincrónicamente dentro de dominios de coherencia cuántica, transmitiendo así frecuencias, que pueden describirse como información, a las células.

b.La «activación», desde una perspectiva energética, lo que significa la excitación de sus electrones, los cuales, al absorber energía de la biodinámica o del entorno, se desplazarían a una órbita de mayor energía (más alejada del núcleo).